Cualquier caballo ha perdido herraduras en alguna ocasión y, como
suele pasar, siempre en el peor momento... Debemos ser conscientes
de la pérdida de una herradura no es algo que suceda en un instante,
sino que viene motivado por una serie de cuestiones que debemos
tener en cuenta y controlar.
Estos factores son múltiples y afectan al herrador, al jinete y
al propio caballo; sin contar los motivados por las características
del terreno de entrenamiento u otros elementos que en principio
pueden parecer insignificantes pero que suponen altos factores de
riesgo; como por ejemplo la presencia de moscas. Si el caballo está
constantemente rodeado de moscas, utilizará sus patas para intentar
espantarlas y este golpear constante termina por aflojar sus herraduras
y levantar los remaches.
En realidad existe una amplia lista de causas que provocan la
pérdida de herraduras, cada una de las cuales debe tenerse en
cuenta:
De cualquier manera y para evitar la pérdida del herraje en el
peor momento, no cabe otra solución que la de mantener una regularidad
en las visitas al herrador junto con una constante observación de
su estado.
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